Recibir una herencia con bienes gananciales como sistema que rige las relaciones económicas entre los cónyuges puede plantear algunas dudas. ¿Los bienes que recibe el heredero pasan a formar parte de la comunidad de gananciales o le pertenecen en exclusiva? 

Para entender mejor este tema, es preciso empezar diferenciando entre los que se consideran bienes gananciales y los que son bienes privativos.

Qué son los bienes gananciales

La unión en matrimonio de dos personas crea también un vínculo económico entre ellas. Tal y como señala el Código Civil al respecto, los cónyuges pueden elegir (antes o después del enlace) si desean constituir una sociedad de gananciales, adscribirse al régimen de separación de bienes o al de participación.

Fuera del régimen Foral, si los cónyuges no manifiestan nada respecto a este tema, se aplica por defecto el régimen de gananciales, que se basa en la idea de que ambas partes contribuyen por igual a la economía familiar y, por tanto, comparten tanto los bienes como las obligaciones contraídas.

Los bienes gananciales incluyen los que adquiera cualquiera de los cónyuges a título oneroso durante la vigencia de la sociedad de gananciales, siempre y cuando sean pagados con dinero común o con otros bienes gananciales.

También son gananciales los beneficios, frutos e intereses que deriven de bienes comunes o privativos de cada uno de los miembros del matrimonio.

Si los bienes privativos de uno de los cónyuges aumentan de valor por el esfuerzo o inversión conjunta realizada durante la vigencia de la sociedad de gananciales, ese incremento tiene la consideración de ganancial.

Las empresas y establecimientos fundados durante el matrimonio con bienes gananciales pasan a tener la consideración de bienes gananciales. Por el contrario, si la empresa se crea tras el matrimonio en gananciales, pero utilizando únicamente patrimonio privativo de uno de los cónyuges, tendrá la consideración de elemento patrimonial privado.

Lo que es importante es tener claro que no todos los bienes adquiridos durante un matrimonio sujeto al régimen de gananciales adquieren esta condición, como ocurre con la herencia en gananciales. 

Qué son los bienes privativos

Son aquellos que pertenecen exclusivamente a uno de los cónyuges, con independencia del régimen económico matrimonial que sea de aplicación.

Se consideran siempre privativos los bienes adquiridos antes del matrimonio por cualquiera de los cónyuges. También los adquiridos a título gratuito mediante donación, herencia o legado; aunque esa adquisición se produzca durante el matrimonio.

La condición de privativo se extiende a los bienes que uno de los miembros de la pareja adquiere a costa o en sustitución de otro bien privativo. Es decir, si se vende un bien privativo y con el dinero obtenido se adquiere otro bien, este último pasa a considerarse privativo.

La lista de bienes que pertenecen en exclusiva a uno de los cónyuges también incluye los bienes de uso personal y exclusivos, como la ropa; y los instrumentos que son necesarios para ejercer una profesión u oficio (salvo que formen parte de un establecimiento o empresa común).

Las indemnizaciones por daños o perjuicios personales, o recibidas para compensar el daño a bienes privativos, también pertenecen solo a uno de los cónyuges. Y lo mismo ocurre con los derechos de autor y de propiedad intelectual y los derechos reales limitados sobre bienes privativos (el usufructo, la servidumbre, etc.).

Diferenciar entre bienes privativos y gananciales es importante porque, en caso de disolución del matrimonio o de la comunidad de gananciales, hay que repartir los bienes gananciales de forma equitativa entre los cónyuges. Mientras que los bienes privativos no van a ser objeto de ningún tipo de reparto, porque siempre han pertenecido a una sola de las partes.

Qué ocurre cuando hay una herencia con bienes gananciales

¿Con bienes gananciales qué pasa si cobro una herencia? Según lo expuesto hasta el momento, queda claro que en este caso los bienes adquiridos tendrán siempre la condición de privativos para el heredero, y lo mismo ocurre con las deudas heredadas.

Por ejemplo, si en una pareja casada en bienes gananciales uno de los miembros recibe como herencia una vivienda, esta pasará a formar parte de su patrimonio privado. Si la vende, ese dinero continuará siendo privativo. Si sobre esa casa recae una hipoteca, el heredero será el único obligado al pago de esa deuda, no se le podrá reclamar nada a su cónyuge.

Lo que ocurre es que, una vez que los bienes procedentes de la herencia se integran en el patrimonio de una persona, puede llegar a producirse cierta confusión con respecto a cómo deben gestionarse y entenderse, si como privativos o como gananciales.

Cómo saber si un bien de una herencia es ganancial o privativo

La regla general establecida en el Código Civil es que los bienes adquiridos de forma gratuita, por ejemplo, a través de una herencia, son siempre privativos, pero pueden darse diferentes situaciones que hacen cambiar esto.

Si el cónyuge que ha recibido una casa en herencia la alquila, la vivienda continúa siendo un bien privativo suyo, pero las rentas derivadas del alquiler se convierten en un bien ganancial que debe compartir al 50 % con su pareja.

En caso de que ambos cónyuges inviertan dinero ganancial en esa vivienda para mejorarla y esta incremente su valor de mercado como consecuencia de la reforma, si luego se vende, el cónyuge no heredero tiene derecho a percibir una parte del incremento de valor experimentado, porque dicho aumento se considera ganancial.

Diferente es el caso del cónyuge heredero que decide utilizar los bienes de la herencia para adquirir un bien a nombre de él y de su pareja. Por ejemplo, si quien ha heredado una casa la vende y con el dinero obtenido decide comprar otra vivienda que pone a su nombre y al de su pareja, esa nueva casa pertenece a ambos, aunque se haya comprado con dinero privativo.

Para entender bien la herencia dentro de un matrimonio con bienes gananciales y saber si los bienes heredados continúan siendo privativos, hay que prestar especial atención a la gestión que se está haciendo de los activos. Por eso, lo mejor en estos casos es contar con asesoramiento legal especializado en herencias con bienes gananciales como el que ofrecemos en Best Legal Abogados.