Ante una separación o divorcio en la que haya hijos comunes, una de las opciones es la custodia compartida, frente a la más tradicional custodia monoparental. Es una solución que aporta beneficios a todos los miembros de la familia y que proporciona una solución menos abrupta y más parecida a la situación previa al divorcio.
Qué es la custodia compartida
La custodia compartida es un acuerdo legal por el que se establece que los dos progenitores comparten la responsabilidad y el tiempo de atención y cuidado de sus hijos en común.
Frente a la custodia monoparental, en la cual es uno de los progenitores el que asume los cuidados y goza de la mayor parte de la convivencia con los menores, mediante el convenio regulador de custodia compartida se pretende que ambos padres se involucren y participen por igual en la crianza de sus hijos. El objetivo es encontrar un equilibrio que permita a los hijos mantener una relación cercana y estable con sus dos progenitores.
Los períodos de convivencia variarán según los deseos y necesidades de cada familia, pudiendo establecerse por días, semanas o meses.
Tipos de custodia compartida
Una vez que sabemos qué es la custodia compartida, podemos hacernos una idea de que no se trata de una figura rígida aplicable por igual a todos los casos de divorcio. El objetivo primordial de establecer una custodia compartida es buscar el bienestar de los menores, y, para ello, será necesario adaptar el régimen a las circunstancias de los excónyuges y de los hijos.
Por eso, en función de la situación familiar y las necesidades de los hijos, podemos hablar de tres tipos de custodia compartida:
Custodia compartida alterna
Es la más habitual. En ella, los hijos conviven con cada uno de sus progenitores durante períodos alternos previamente establecidos, que pueden dividirse por semanas, por quincenas o por meses. Existen dos hogares, y los menores se alternan según un calendario acordado.
Custodia compartida simultánea
Se da en los casos en los que ambos progenitores viven muy cerca, o incluso en la misma vivienda, y comparten tanto el tiempo de convivencia, como las responsabilidades, atenciones y cuidados diarios, sin necesidad de que se den traslados. Es un tipo mucho menos común, por la dificultad de que los progenitores lleguen a acuerdos continuos y cotidianos tras el divorcio.
Custodia compartida flexible
Tiene en cuenta las necesidades y horarios tanto de los hijos, como de los padres, y se adapta a ellos. La distribución del tiempo no tiene por qué ser equitativa o idéntica, sino que se busca una solución que se adapte a la situación de la familia, que cada padre esté presente en función de sus posibilidades horarias.
Cuáles son los beneficios de la custodia compartida
Escoger el modelo de custodia compartida cuenta con múltiples ventajas para todos los miembros de la familia.
- Equilibrio emocional. Tanto para los padres como para los niños, el contacto y la relación regular facilitará el sentimiento de unión, la seguridad en el vínculo y los ayudará a sentirse queridos. Además, evitará el innecesario estrés provocado por la abrupta separación de uno de los progenitores.
- Distribución equitativa de responsabilidades. Al repartirse las responsabilidades y la toma de decisiones, se evitará que sea un solo padre el que asuma todo el peso. Esto también puede contribuir a aliviar las fricciones entre excónyuges.
- Mejora de la relación paternofilial. La relación de los menores con sus padres mejora, al aumentar la participación, la interacción y la convivencia con ambos. Los menores sienten a ambos padres presentes en su día a día.
- Reducción de conflictos. Cuando se gestiona adecuadamente, la custodia compartida reduce los conflictos, disminuye las tensiones y evita los enfrentamientos judiciales prolongados.
Por todo ello, es una opción en auge a la que acuden cada vez más parejas en proceso de divorcio.
Qué requisitos tiene en cuenta el juez para establecer la custodia compartida
Siempre que no haya un acuerdo entre progenitores, para establecer una custodia compartida, los requisitos van a ser decisivos, ya que el juez analizará de manera pormenorizada aquellos factores que involucren el bienestar del menor.
Así, entre los requisitos de mayor importancia, se encuentran los siguientes:
Relación entre los padres
Es fundamental para mantener una convivencia adecuada. La comunicación debe ser fluida y respetuosa. La ausencia de este aspecto sería un ejemplo de en qué casos se deniega la custodia compartida: todos aquellos en los que existan conflictos graves o haya denuncias de violencia son candidatos a su denegación por el juez.
Edad de los hijos
Dado que en un caso de divorcio prima siempre el bienestar de los hijos, su edad y necesidades específicas serán elementos clave. Cuando los niños son muy pequeños, el juez podrá valorar el beneficio de vivir en un solo entorno, mientras que es más habitual que opte por una custodia compartida cuando los niños son mayores.
Capacidad económica
Se tendrá en cuenta que ambos progenitores cuenten con los recursos económicos suficientes como para mantener a los hijos durante el período que les corresponda.
Proximidad de los domicilios
El hecho de que las viviendas cuenten con una ubicación cercana facilita la instauración de la custodia compartida. Esto es porque la proximidad facilitará la logística diaria y la elección del centro escolar o de las actividades extraescolares o deportivas en las que los menores participen.
Opinión de los menores
Aunque el menor no tiene la última palabra y su opinión no tiene por qué coincidir con lo que es mejor para su desarrollo, siempre que sea posible, serán escuchados y tenidos en cuenta, como un factor más dentro de la valoración.
Cómo solicitar la custodia compartida
A la hora de solicitar una custodia compartida, el primer y más importante paso será contar con asesoramiento legal, profesional y experto en derecho de familia, como el que ofrecemos en Best Legal Abogados. Es esencial tanto para orientarnos sobre las posibilidades reales de obtener la custodia compartida, como para realizar los trámites necesarios. Contar con el apoyo de un abogado experto aumenta las posibilidades de éxito en este tipo de procesos.
Existen dos vías para la solicitud de la custodia compartida:
- Mutuo acuerdo: cuando ambos progenitores están de acuerdo, y negocian, de manera conjunta, las condiciones del convenio regulador de la custodia compartida. Una vez que las partes lleguen a un acuerdo, se presentaría una solicitud ante el juez para que valide el acuerdo.
- Vía contenciosa: en los casos en los que no haya acuerdo entre los miembros de la pareja, será el juez el que tome la decisión, en función de las circunstancias y las pruebas que aporte cada parte. Para ello, se basará siempre en el interés superior del menor.
Es importante tener en cuenta que, en una vía contenciosa, al ser el juez el que decide, puede que ninguna de las partes se quede satisfecha con la decisión. Por ello, lo más recomendable siempre es intentar llegar a un acuerdo.
Según lo que hemos visto, la custodia compartida es una de las opciones para la distribución, tanto de la convivencia, como de las responsabilidades en relación con los hijos de un matrimonio, una vez que la relación entre ellos se extingue. Requiere un cierto grado de entendimiento entre los excónyuges, pero aporta múltiples beneficios para la crianza de los hijos en común.
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